Envíen vuestros micros (Imágenes y textos, más foto personal, en lo posible del día del evento) para agregar a la exposición a: daniklamma@hotmail.com

lunes, 11 de julio de 2011

Espantando palomas... Kum*















Un vuelo de palomas anticipaba siempre su llegada.

     Al percibirlo, él sonreía levemente y sentía un brinquito en el corazón. Luego, despacio, dejaba lo que estuviera haciendo y, simplemente, esperaba. Poco a poco se le llenaba la casa de palomas que se iban posando aquí y allá desbaratando alegremente el orden sereno que habitaba su hogar. Entonces, ella aparecía de la nada.

-Esta vez has tardado –decía él disfrazando de reproche su alegría.

-Estuve muy ocupada haciendo nada –contestaba siempre ella con una sonrisa radiante.

     Después se miraban, se oteaban en silencio, como abrazándose con la mirada, y arrullados por un ulular de palomas, se acomodaban en ese espacio irreal al que pertenecían. Él le contaba su vida sencilla y, de vez en cuando, ella reía con una risa de ángel que espantaba a las palomas. Luego, hacían el amor con palabras, con sus alientos, con sus miradas,… como aprendieron a hacer cuando supieron que jamás podrían tocarse.

     Sólo una vez le preguntó de dónde venía, si era un espectro, algún fantasma extraviado o simplemente un ser de otra dimensión. Ella cayó entonces en un prolongado silencio lleno de presagios y palabras inefables. Él no volvió a preguntar.

-Mi querido misterio leve… –solía susurrarle al oído.

     Así se la pasaban, amándose y platicando, hasta que de pronto las palomas volvían a espantarse y, volando despavoridas, desaparecían por puertas y ventanas como anunciando un adiós. Sin apenas tiempo de decir te amo, ella se evaporaba en el aire.

     A veces, días después, él todavía encontraba palomas al abrir un cajón o una alacena, y sonreía de nuevo con el corazón contento. Entonces, abría el armario de sus secretos, sacaba las alas y les pasaba el cepillito acicalándolas suavemente, con dedicación. Las alas a las que renunció hacía ya tantos años para así poder vivir la vida como un hombre.



 La afortunada que lo llevó y guarda con esmero es la bella y dulce Sara...



Blog de Kum*: Haikum*

viernes, 3 de junio de 2011

Circo - Lágrimas - Torcuato González Toval




















Circo

Al principio sólo hacía aros de humo poniendo la boca redondita, ahora crea leones a los que enseñará a saltar a través de ellos.
***

Torcuato González Toval.



Lágrimas

Prendió un cigarro y le dijo que ya no lo amaba. El vio sus lágrimas y pensó que mentía pero era el humo en sus ojos lo que la hacía llorar.
***
Torcuato González Toval


"Fue un día maravilloso en el que pude conocer en persona a más de treinta escritores-blogueros a los que tengo un gran aprecio. Genial."

 Blog de Torcuato: Todo nuevo bajo la luna 



jueves, 2 de junio de 2011

Migración - Marina de la Fuente (Acuática)

















  



Lo inauguraron en verano y aunque el arquitecto, un apasionado ornitólogo, lo llamó “Aviario” todos en la ciudad lo conocían como el "Barrio Chino". Sin embargo, ni su población era mayoritariamente asiática ni podían encontrarse productos orientales en sus calles. Su apodo se debía a los enormes techos de cuatros aguas y perfil curvo que coronaban las casas de la zona. Sus residentes, en un principio encantados con la majestuosidad y exotismo de las viviendas, comenzaron a preocuparse al percibir leves crujidos que ganaban en intensidad según se acercaba el frío. Muchos achacaron el problema a los fenómenos que provocaban los cambios de temperatura sobre la base de madera de los tejados, lo que explicaba también que sus esquinas se arqueasen cada vez más hacia el cielo.
Un día de noviembre, cuando nadie lo esperaba, las techumbres iniciaron un brusco aleteo con el que levantaron el vuelo en pocos segundos, perdiéndose rápidamente en el horizonte ante la atónita mirada de sus moradores. Los vecinos esperan que regresen con la llegada de la primavera.
*** 
"Éste fue el micro que llevé  a la "Megaquedada Microrrelatista". Cuando tuve que leerlo en alto me puse un poco histérica y, aunque creo que no me trabé (cosa que suele pasarme cuando leo en alto ante un gran número de personas), sí es cierto que debí leerlo a toda velocidad. La verdad es que no sé si se entendió algo o no, así que aquí está la versión escrita para leerla con más calma."


 "Bueno, pues esto pretendía ser un marcapáginas, pero debido al enorme tamaño con el que se quedó, resulta un micro tuneado de dudosa utilidad. Eso sí, ha migrado junto a Pablo Gonz a Chile, así que en ese aspecto el tuneo ha sido total  ^_^"


Blog de Acuática: No me vengas con historias





martes, 31 de mayo de 2011

La espera - Ana Vidal (Anita Dinamita)




Me coloqué en la entrada para verlos, esa es la razón por la que me gusta ser la primera, para observar a las personas mientras van llegando.
El que se acerca primero va contando palabras con los dedos, hasta que llega al 99, va de la mano de una que no se decide sobre si sus palabras son exactas o muy bellas. Más atrás llega otro que lleva un libro atado a una correa y de vez en cuando lo intenta calmar y le limpia las babas que chorrea cuando pasa junto a los viandantes, les sigue otro con capa y cara de cuentista acompañado de una caja con uno dentro y muchas flechas.
Por otra calle avanza un bárbaro con prólogo y epílogo, y una muchacha que camina dentro de una pecera, entre burbujas se la oye decir “no me vengas con historias”. A lo lejos veo una que lleva una mochila y un estuche de colegio, está aprendiendo, y otra que acude escondida bajo las faldas de la mesa camilla, la misma mesa de cuando éramos niños.
Por el otro lado de la calle viene uno con su espada y un microscopio, con el zoom apunto, un niño en la maceta de un cactus emborronando cuentos, y uno con un montón de sombreros tratando de tapar su asterisco, infructuosamente.
Aparecen otros al fondo de la calle, uno parece tener mala cara, no acude en muy buen estado, y detrás viene otra con su arcón mágico, le siguen un montón de ranas junto a la rana mayor y una que no para de mirar el reloj, como contando el tiempo, sin darse cuenta de que el tiempo lo cuenta el mundo, en un solo grano de arena.
Más lejos vislumbro a uno que trata de buscar la luna por si encuentra algo nuevo o viejo debajo. Y una que tiene muchas cartas en la mano, pero no se decide a echarlas al buzón porque no llevan sellos. Uno que es muy propio y se parece más a su hija que su hija a él acompaña, sin darse cuenta, a Lola, que no necesita presentaciones porque la calle se deshace a su paso. Llega el olor del chocolate de una de las últimas, con cara de bruja, que aparece por la esquina y a la que sigue una que lleva paquetes al por mayor ¿no se dijo que uno, solo uno? Y por último veo a una rioplatense que viene cantando “Asturias, patria querida” ¿qué habrá desayunado?
Hay uno que no había visto nunca pero descubro que también viene porque de los bolsillos va perdiendo relatos, o más bien los relatos le van perdiendo a él.
Todos van al mismo sitio, están locos si no se dan cuenta de que todo el mundo les mira, de que van sembrando historias a su paso y que la gente va a perderse entre ellas sin darse cuenta.
Y yo les miro, desde aquí, con mis zapatillas de andar por casa, esperando sus abrazos, uno por uno.

***

"Leí este relato en la Megaquedada de Microrrelatistas el pasado 14 de mayo, en la Librería Tres Rosas Amarillas, nos conocimos más de 30 microrrelatistas en persona, porque ya nos conocíamos en el plano virtual. Fue un día emocionante, y la emoción perdura... esperemos que hasta el próximo encuentro que espero sea pronto.
Me deshago en agradecimientos a todas las personas que acudieron, las que cito aquí y las que no cito y también a las que no pudieron venir y echamos en falta, que no puedo citar porque son demasiados, para la próxima estaremos más!"


Le ha tocado a Sandra en el sorteo.




Blog de Ana Vidal: Relatos de andar por casa





lunes, 30 de mayo de 2011

Ella - Lola Sanabria



Me gusta. El vaho de sopa empañando los azulejos de la cocina. Me gusta. Sacudir el mantel y ver cómo cae igual que seda de paracaídas. Me gusta. Echar dos puñados de fideos y dejarlos reposar. Me gusta. Comprobar el asado. Me gusta. Colocar los cubiertos: cucharas y cuchillos a la derecha, tenedores a la izquierda, cucharillas de visera y vasos de corona en los platos. Me gusta. El florero con una rosa sin espinas.
Pero sobre todo, me gusta abrir el balcón al mediodía, acomodarme en la barandilla y esperar. Ver tu cuerpo diminuto, avanzando seguro sobre los zapatos de tacón, pararte y saludarme con la mano, antes de cruzar la acera y desaparecer en el portal. Y enseguida reaparecer a mi lado, y abrazarnos, y hablar: tú de cómo te ha ido en la oficina, yo de lo caro que estaba hoy el jurel en el mercado.
***


"A mí me dijeron que había que traer el micro tuneado y me ha costado un huevo ¿eh?"


Está en manos de Manuespada, claro.


Blog de Lola: Lola Sanabria



La biblia en verso - Manuespada


***

"Queridos hermanos como sabéis, Gutenberg publicó el primer libro que se imprimió y fue la Biblia. Éste es el segundo que publicó -es un impugnable- lo que pasa que lo perdió y ha llegado a mis manos. Como veis las letras son irregulares, parece Tipp-Ex pero no lo es..."

Se lo llevó la gran Lola Sanabria (porque sí) 

Blog de Manuespada: La espada oxidada







jueves, 26 de mayo de 2011

Cosa de dos - Pablo Garcinuño



Harto de ser un segundón, el 2 adelantó al 1 en un momento de descuido. Aquel triunfo le llenó de euforia al principio pero luego descubrió la presión que conlleva ser el líder de todos los números. Las preocupaciones le hicieron adelgazar y la nariz parecía más grande en su rostro enjuto. El estrés le mantenía tenso como un palo. Miró atrás y le pareció apreciar que el 1, quizás debido a su vida relajada, redondeaba sus formas.
***
"Fue una ocasión genial en la que una treintena de blogueros pudimos ponernos cara y conocernos mejor, disfrutando de un día inolvidable. En la librería ‘Tres rosas amarillas’ protagonizamos una lectura de micros (yo leí ‘Cosa de dos’) y se lo llevó Luisa...


Blog de Pablo Garcinuño:  En mal estado





martes, 24 de mayo de 2011

Animales - Luisa Hurtado


Cuando lo vi tan asustado, casi tanto como yo, recordé todas las veces que algún animal había entrado en casa.
Me acordé del pájaro al que tuvimos que ayudar a encontrar la ventana, de la cucaracha que había sacado a mi madre de sus casillas, del gatito al que dimos leche y que luego se fue,…
Sí, me acordé de todos pero esta vez… ¡el animal era tan grande!
Llamé a mamá a gritos mientras lo vigilaba para que no se escapase. Cuando vino, vi como ella también se asustaba un poco, como parecía no estar segura de lo que tenía que hacer, hasta que la oí decir alto y claro:
-Fuera. Vete de esta casa.
Sólo eso. Y el animal empezó a moverse hacia la puerta.
¡Qué extraño! Justo antes de salir, él volvió la cabeza y dijo el nombre de mamá, muy bajito, pero yo lo oí perfectamente.
*** 
"Este es el micro que leí en la Megaquedada de Microrrelatistas" 


 París en los dedos


Un día, hace tiempo, descubrimos que los dos siempre habíamos querido ir a Paris. Desde entonces hemos estado planeando nuestro viaje.
            Del día de la llegada y de los días impares me he encargado yo; tú, de los pares y del día en que nos vamos.
Espero que te guste el hotelito que he buscado en el centro de la ciudad, que pinches el enlace con el que accederás a nuestra habitación y que la visión de la cama de matrimonio no te haga huir del documento que te he preparado. Después podrás elegir entre el menú del restaurante del hotel o las fresas con champán; si eliges la fruta tu ordenador, me mandará un mensaje, sabré que estás leyéndome como nunca me has leído, como nunca te he escrito, con la más suave presión de la punta de nuestros dedos sobre el teclado.
***

"Microrrelato tuneado que escribí y recibió Manu Espada"




Blog de Luisa Hurtado: Microrrelatos al por mayor





Últimas compras - Fernando Vicente (Depropio)



—Y en estos arcones para llevar encima de la baca del coche, ¿cabría un cadáver?

El dueño del almacén mira la pistola que le apunta a la cabeza y contesta sin tratar de hacerse el gracioso:

—Uno de mi tamaño, no.

El sicario que han enviado a acabar con él muestra una medio sonrisa. Baja la pistola y dice, ufano:

—En ese caso, ahora quisiera que me enseñaras serruchos

***





Este micro le tocó a Ángeles, dentro de un enorme caramelo; un envoltorio dulce para un contenido amargo.
Cocina de fusión lo llaman

Flores de plástico robadas (diálogo asíncrono)

¡Qué detallazo, tía! No sé cómo lo organizaron para que no me enterase, pero en cuanto puse un pie en la calle empezó a sonar en todos los coches aparcados el Highway to hell, ya sabes cómo me gusta.
Venga, no te pongas así, Juan. Tú sabías que esto iba a pasar, si nunca hemos estado bien, ni ahora ni antes. Esto tenía que haber ocurrido mucho antes.
Qué sensación. ¡Buaaa, qué pasada! Respirar aire libre, la música, todos los colegas esperando. No se puede pagar con nada.
No me vengas con esas, que si hubiera otro me habría ido hace tiempo, que yo no soy como las golfas de las novias de tus amigos, que babean con cualquier  paquete. Me voy porque te quiero mucho, de verdad, pero nunca me voy a enamorar de ti.
Total, que viene mi hermano y me dice ¿qué es lo primero que quieres hacer? y le digo que quiero ir a verte y me dice anda, no jodas, no seas tocapelotas y yo le digo mecagüendios, llévame, no me hagas pillar un coche, que acabo de salir.
No me grites, Juan, no-me-gri-tes. Ves, si contigo no se puede hablar, cómo quieres que pasemos la vida juntos. O las cosas son como tú quieres o no son, y eso ya no lo aguanto.
Qué pesado, mi hermano, todo el viaje dándome la brasa con que  si era mala idea, que la iba a liar otra vez, así que para callarlo le he dejado que entre antes para ver si estaba tu madre contigo y eso. Y se ha portado el chaval, que me ha venido con unas flores que ha pillado para ti.
Juan, deja  que me vaya. Juan, suéltame. Juan, por favor, no…
Lástima que las flores sean de plástico. Parece que no ha habido entierros desde el viernes.
   ***

Blog de Depropio: Las palabras que me sobran



Transcripción de las confesiones arrancadas en comisaría sin la presencia de su abogado - Guillermo Escribano



 "El tuneo nunca llegó a  "Las tres rosas amarillas" porque acaba de nacer. Es mi regalo para un amigo entrañable al que admiro profundamente." Danik
***

"El padre Holb, que sólo escribe Porqueriemas, cánticos al Sol y breves a la Sombra, dijo":

Título: "Transcripción de las confesiones arrancadas en comisaría sin la presencia de su abogado"
(0 palabras) 
***


Blog de Guillermo Escribano: Ecce Appropinquat Hora


lunes, 23 de mayo de 2011

Deshaucio - Rocío Romero Peinado



"Os dejo el micro que llevé yo y que le tocó a nuestro Torcuato"

Mamá miraba el hueco de la escalera con los ojos muy abiertos y oscuros.  Las gemelas, extrañamente silenciosas, se cogían de la mano y guardaban sus mejillas a pocos centímetros de mi espalda.  Hasta el pez permanecía inmóvil mientras sonaban los golpes en el portal.  Yo, con mi nueva experiencia como hombre de la casa, protegía la pecera con fuerza entre mis brazos.  Y me dispuse a bajar aquel primer escalón.

***
Blog de Rocío Romero Peinado: Contando las horas

La solidaridad está de moda - Miguel Ángel Molina





Aunque trabajan a pocos metros nunca han cruzado palabra. Un mundo las separa. Pilar, dueña de una boutique, siempre viste de marca, y cualquiera de sus complementos conlleva un nombre con muchos ceros. En el caso de María hablar de trabajo parece ofensivo. Ataviada con vestido azul, pañuelo rojo y deportivas, mendiga ayuda.
Desde que el lunes Pilar reparó en María vive mortificada. Ayer, intentando calmar su conciencia se acercó, le entregó una bolsa y, sin intercambiar palabra, se marchó.
Hoy cada vez que Pilar ve a María con su nuevo pañuelo azul sonríe orgullosa ¡Ahora sí va conjuntada!

***

Acuática,  a ti te tocó. Cuéntanos ¿Vas conjuntada?


Blog de Miguel Ángel Molina: En 99 palabras

domingo, 22 de mayo de 2011

El duende - Beatriz Alonso Aranzábal


Algún día se enterarían de quién era que movía el espejito, el cepillo de plata y la polvera dorada, pero aún tenían que pasar algunos años. Y, mientras, mi abuela seguiría lamentando que los duendes, o los ratones, descolocasen cada noche su tocador. Mi madre seguiría atosigando a mi padre para que ingresara en una residencia a su señora madre, que daba demasiadas muestras de senilidad. Y yo, el hombrecito de la casa, seguiría esperando cada noche a que todos estuviesen dormidos para entrar en la alcoba de la abuela, y jugar a ser la mujer que había dentro de mí.
***
"Mi cámara de fotos falló bastante, asi que estaba tan pendiente de sus desmanes que cuando llegó mi turno casi no me di cuenta. Me quedé clavada en la estantería..."


"El duende" se quiso ir con Su.


Blog de Beatriz Alonso Aranzábal: Cartas Sin Sellos


Sin título - Sandra Lorenzo





De nuevo heme aquí con la ira contenida intentando salir de este agujero sin fin. 
Abrázome fuerte a tu aliento y emerjo tras él sin llegar a conseguirlo del todo. 
Sigue soplando, amor, que este pozo de negras intenciones, vaya abriéndose paso a paso a tu eterna y dulce pasión. 
***

"Me convertí en lagartija escurridiza y no leí delante de este inmenso grupo de grandes artistas que consiguieron deleitarme y hacerme disfrutar de cada una de las palabras que, de sus solapas, sombreros, tinteros y narices de payaso, sacaron a pasear.
Gracias por este gran día y por devolverme las ganas de imaginar."

Este micro de Sandra lo guarda Puri, hay otro, cuando aparezca lo rescatamos y lo traemos aquí.


Encantamiento - Purificación Menaya




La máquina de café expandió su rugido por todo el bar. Los clientes no sabían que dentro de aquella máquina, un auténtico dragón preparaba los cafés con su aliento. Solo Martín, encerrado desde hacía un año en aquella gruta, conocía los secretos de la bruja. Sacó la vajilla limpia del lavavajillas y comprobó que los elfos habían hecho un buen trabajo, como siempre. La bruja salió de la cocina y le echó la bronca por haber derramado una gota de leche. Pero enseguida dijo que se moría por un cigarrillo y Martín agradeció a la ley antitabaco que tuviera que salir a la calle a fumárselo. En la puerta se cruzó con la chica de la bufanda de rayas y Martín cruzó los dedos para que la bruja no se fijara en ella. Hoy era el día, la conjunción se había producido: la chica de la bufanda de rayas en la barra, pocos clientes en la gruta, la bruja en la calle y el dragón descansado. Martín acarició al dragón entre los ojos, para que preparase el mejor café. Dejó el capuchino sobre la barra, delante de la chica. Ella vio el corazón que había dibujado la espuma del capuchino y sonrió, sin levantar la vista del café. El dragón se había esmerado, pensó Martín. Ahora sólo faltaba que ella volcara el sobre de azúcar mágico en el café. Lo hizo y removió el café con la cuchara, después bebió un sorbo. El corazón de espuma blanca volvió a flotar en la superficie del café. La chica alzó sus ojos y miró a Martín. Este esperaba que se cumpliera el encantamiento: una mirada, un café, un beso.

***
"Mi micro Encantamiento se lo llevó Miguel, en su blog no cabe, ¡tiene más de 99 palabras!"


Blog de Purificación Menaya: El rincón de la bruja de chocolate 

Érase otra vez... - Mar G. Mena (Puck)

El conejo blanco mira insistente su reloj. A su lado bosteza la Bella Durmiente y Caperucita Roja comparte con los siete enanitos el contenido de su cesta. Varias madrastras intercambian experiencias mientras Hansel y Gretel discuten por la última chocolatina. El lobo no le quita ojo a Cenicienta que intenta recoger con una escoba las hojas caídas de los árboles. A su sombra, ante la atenta mirada de un príncipe altivo vestido de azul, varias princesas evitan que el sol estropee sus blanquecinos rostros.

Todos están fuera de lugar, en un bosque que ninguno reconoce. Blanco. Inmensamente blanco. Tras siglos encerrados, cada uno en su cuento repitiendo una y otra vez la misma historia, ahora cada cual puede decidir su propio destino. Los más tradicionales vuelven a comer una y otra vez las mismas perdices. Algunos prestan sus servicios a autores varios. Los más osados hemos conseguido cruzar el bosque. 
***

El micro tuneado de Mar está en manos de Danik Lammá. Dios los cría... ¡ranas y sapo! 


Blog de Mar G. Mena: Los jardines de Puck 


Un ángel pasó - Sara Nieto Yuste



Apenas comenzó a crecer en el vientre materno un tenue sonido de campanillas empezó a oírse. Primero lo oyó él. En el silencio de la noche buscaba intrigado de  dónde procedía el dichoso ruidito hasta que se dio cuenta de que venía de la barriga de ella. El sonido aumentaba cuando la madre comía chocolate o dulces. Y cuando se tumbaba al sol y dejaba que los rayos acariciasen su panza, ésta emitía unos suaves acordes cristalinos. Sin duda, era un bebé especial. “Nos traerá suerte, este niño es un ángel”, decía ella convencida. Él la miraba escéptico y aterrado al tiempo.

Llegó el día en que el bebé musical decidió salir al mundo. El padre primerizo y nervioso condujo aprisa hacia el hospital hasta que un coche en dirección contraria cambió el desenlace.

En la sala de espera, maltrecho y ansioso, aguardaba la sentencia. “Buenas noticias, su mujer se recuperará. Ha sido un milagro que…” Antes de que el médico pudiera terminar la frase un tenue pero claro sonido de campanillas inundó la estancia y poco a poco fue elevándose hasta perderse a través de una ventana.

***

El micro tuneado de Sara está en manos de  Santamaría


Blog de Sara Nieto Yuste:  Palabras preci(o)sas

sábado, 21 de mayo de 2011

Aguedilla - Elisa de Armas

 "En la imagen, el micro tuneado que llevé para todos los participantes (aunque alguno se debió quedar sin él, porque pensé que éramos menos). La versión que le tocó a Puck en el sorteo era de mayor tamaño y con un texto ligeramente diferente. A la arpía la retraté hace un par de semanas en la ermita románica de Santa Cecilia de Vallespinoso de Aguilar (Palencia), a cuyo interior pudimos acceder gracias a la señora Mercedes, que nos dejó amablemente las llaves tomando en prenda nuestro DNI.

Para la lectura en la librería Tres rosas amarillas elegí otro texto, Aguedilla, por el cual tengo debilidad y que encajó perfectamente con la presentación que para mí tenía preparada Fernando. (Lo dejo aquí dicho porque Pablo me preguntó si estaba publicado en el blog)."


Aguedilla 

No os enfadéis, madre, que ni perdí el dinero, ni me lo robaron en un descuido. Fue que los huevos no llegaron al mercado. Cuando salí esta mañana me esperaban, para burlarme, Roque, Minguillo y Juanón, el manco. Me seguían llamándome cigüeña, porque dicen que tengo las piernas largas y flacas, ¡como si ellos las hubiesen visto! Hoy no estaba con ellos Lázaro, el de Antona, que sabe pararles los pies, así que dieron en arrojarme unos tronchos de berzas podridos y otros desperdicios que escondían bajo el jubón. Tanto me atolondré que, al atravesar el postigo, tropecé y vinimos los huevos y yo a dar en el suelo. No salvé ninguno, madre, los que quedaron enteros se los repartieron los tres arrapiezos y los bebieron entre risotadas.


Madre, no me riñáis, que si me entretuve fue por buscar a Lázaro. Nadie me daba razón de él, hasta que la Antona me dijo que se marchaba de Salamanca con el ciego al que lo ha encomendado. Me llegué hasta la puente, y, cuando acerté a verlos, arrimaba Lázaro el oído al toro de piedra, encandilado como si escuchase música celestial, y el viejo aprovechó su descuido para estrellarle la cabeza contra la figura. A mí, aun desde tan lejos, pareciome oír la calabazada. Qué va a ser de Lázaro, madre, que lo vi llorar, aunque aquella vez que, a orillas del Tormes, se hizo la rajadura con el filo de un canto ni siquiera se quejó; y quién me defenderá ahora de las chanzas de los mozuelos.


Yo pondré más empeño en los mandados, pero no dejéis que me lleve esa vieja que anda buscando criada, que cuentan que la emplumaron por bruja, y que cose virgos y tiene tratos con el diablo. Yo no quiero perder la honra, madre, sino esperar que vuelva Lázaro, que, despabilado como es, sabrá mejorar su suerte y conseguir un oficio. Él siempre decía que, con la ayuda de Dios, el día de mañana llegaría a ser pregonero, y entonces se casaría conmigo.


***

Blog de Elisa de Armas: Pativanesca

viernes, 20 de mayo de 2011

Anuro - Danik Lammá


Dejó profundas huellas en mi camino. Vivía en el patio trasero y barrancoso de mi casa. A escasos metros, más allá, el monte. Y los pantanos, que trincaban camalotes cuando en el Río de la Plata, había creciente.
Pepe Alvaro (sin tilde) lo bauticé. Pepe porque lo encontré con mi primo José, y Alvaro por: Álvaro -un botija rubio que estaba dispuesto a todo con tal de desposarme- (lo veía tan valiente...).
 

Le llevaba comida, le cantaba y limpiaba con esmero el caminito que lo adentraba en su casa. Con siete años, despuntaba ya, mi astucia femenina. Sabía que detrás de todo sapo, podría esconderse un príncipe.
***
"Micro que leí, escogido a último momento por la alusión al léxico rioplatense (que supongo ya no tengo y  me han hecho recordar que sí...  ¡Ja! menos mal, mi padre agradecido... GRACIAS.) Lo dejé como obsequio, en manos de la encantadora Elisa de Armas"


 Welcome
(Micro tuneado completamente a mano  que dejé para el sorteo que quedó en manos de Propílogo. Veremos como sorteó los embates de la tormenta...)

Se pondría el bañador de lunares y las enormes gafas negras para esperarlo salir del mar. Se recostaría en la tumbona, y en la mesita de playa, colocaría el zumo de piña helado, con una pajita en forma de sombrilla. Lo apretaría contra su pecho caliente y le devolvería el aliento con un interminable boca a boca… dejaría que la untara con aceite…  se amarían sin prisa.

Despertó sonriendo, se abrigó con su bata de lana azul y se dirigió a la cocina. Violeta no ladró, apenas la miró y agachó la cabeza. El esposo -como todos los domingos- bajó por el periódico y al regresar -en silencio- le acarició la espalda.
Con una taza enorme de café se sentó frente al ordenador y escribió en el buscador de Google: isla+caribe+solitaria+paraíso+amor. Inmediatamente pulsó en “Voy a tener suerte”.  Un zumbido y un calor intenso le subió por las sienes... Desvaneciéndose casi, sujetó el escritorio con fuerza por miedo a caerse. Abrió los ojos y aunque el sol la cegaba, entre destellos pudo leer:
“Bienvenidos a la isla: Cuidado-con-lo-que-sueñas”.
***

Blog de Danik Lammá (exclusivamente de microrrelatos): Neomínimas

Crespones - Ángeles Sánchez



El mundo de Andreita cabe en un pequeño saco: el dedal de porcelana que usaba su abuela para remendar los calcetines; el pañuelo con festones que mamá usaba los domingos; el reloj del abuelo lleno de cardenillo; lápices de colores sin estrenar, y, la última foto familiar, en la que dos enormes lazos negros quitaban protagonismo a papá. 
***

"Los duendes quisieron que el micro tuneado que preparé (la noche de antes, gracias a mis indecisiones), fuera a parar a manos de Ana Vidal alma mater de la megaquedada del 14 de mayo en Madrid. Yo admiro a Ana, por cómo desde una idea que tuvo hace meses, la de quedar a conocernos todos, cuando Pablo Gonz, que vive taaan lejos viniera a Madrid. Y desde este germen de sueños, a cada uno le salió una ramita de entusiasmo por ir al encuentro."
El día de antes recibí un sms, donde Ana me quería si o si en Madrid. !Quien puede resistirse al encanto de Ana!. Yo no ."


Blog de Ángeles Sánchez: Mundo en un grano de arena